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Kris Won - 1 de Abril, 2017
Yo soy Odín, maestro hierofante de los antiguos vikingos, subido a los altares en mi cultura sin yo pretenderlo, porque siempre existe la tendencia a deificar a los que fueron Iniciados en tiempos remotos, como ha ocurrido en los panteones egipcio, griego y romano también. Dedico mi tiempo a insuflar ideas en las mentes de muchas personas, que necesitan cambiar de rumbo en algún aspecto de sus vidas; ya sea de tipo laboral, sentimental, espiritual o existencial, no importa del tipo que sea, siempre que se logre enmendar o rectificar algún aspecto en las ideas de una persona, puesto que cualquier acción se fragua primero en los sutiles arquetipos del pensamiento y las ideas. Primero es el pensamiento y le sigue la acción. De ahí que gusto de influir primero positivamente en las mentes de mis protegidos, para que ellos decidan continuar recorriendo su camino con una visión nueva y que le proporcionará ciertamente una clara mejora en el destino hacia el que se dirige. Como Maestro Universal, no me limito a influir exclusivamente en la gente nórdica, es decir, del norte de Europa, donde vivían los antiguos vikingos, sino que mi radio de acción engloba a los ciudadanos de todas las tierras, incluidos los seres que viven también bajo la corteza terrestre, donde se encuentran civilizaciones desconocidas para los humanos de superficie. El día llegará, y no está muy lejano en el tiempo lineal de ustedes, en que esas magnas civilizaciones intraterrenas se encuentren con la población de la superficie, que vive en su inmensa mayoría completamente ignorante de la existencia de esos habitantes del interior de la Tierra, e ignorante también de que seres hermanos de otras galaxias los acompañan y los están ayudando a impedir, por ejemplo, que algunos de los locos dirigentes de algunos gobiernos terrestres lleven a sus pueblos hacia la destrucción, para satisfacer sus deseos de dominio geográfico, ¡como si la tierra que pisan fuera suya! Siempre, generación tras generación, el hombre ha pretendido, en su ceguera, conquistar tierras allende las suyas que no le pertenecían, para satisfacer sus ansias interminables de poder. Y todo surgía de la ignorancia de que el suelo que pisaban les pertenecía, en vez de asumir una postura de humildad y agradecimiento, dirigida a cuidar y mejorar las tierras que le vieron nacer, mejorando su mundo con sus conocimientos y habilidades, en vez de pretender subyugar a otros pueblos de tierras colindantes o lejanas. Es la ceguera que ha caracterizado al ser humano de este mundo, que surge de un concepto erróneo de que cuanto más se posea más feliz se será. Y la verdad es muy distinta a esa idea que ha desviado el camino de muchos hombres y mujeres, a los que Dios capacitó para empresas altruistas de mejorar las condiciones de vida de ellos mismos y de sus semejantes. Yo fui colocado en la cúspide del panteón de los antiguos pueblos nórdicos, cuando tan sólo fui y soy un servidor del Gran Creador. Traté de inspirar a mi pueblo para que progresara y se convirtiera en una civilización floreciente y con buenos hábitos y costumbres, pero fracasé en el intento; y aquellos fuertes y aguerridos hombres del norte sucumbieron a su propia codicia y ambición, anhelando conquistar las tierras que se encontraban al otro lado del mar. Como consecuencia de su ambición desmesurada, miles de ellos fueron masacrados y muchos de sus pueblos diezmados, porque eso es lo que ellos mismos hicieron en poblados extranjeros, y nada ni nadie escapa a la ineludible ley de causa y efecto: aquello que hicieres retornará a ti, sea tu acción bondadosa y acertada, o bien egoísta y errada. Si un ser es cruel con sus semejantes, la vida le devolverá dolor y sufrimiento; por el contrario, si donde vaya hace el bien y ayuda a los demás, entonces su camino se verá coronado de flores, mientras que para el primero será un camino de espinos. Yo soy Odín, y quiero manifestarles mi apoyo y mi ayuda siempre que la necesiten, para lo cual sólo tendrán que invocarme. Mi vida es servir a Dios y ayudar a cualquier ser que precise ayuda, para que encarrile su senda y obtenga una mejor visión de cómo alcanzar su destino de la mejor manera posible. Les dejo deseándoles una vida fructífera y feliz, en un ambiente de amor y ayuda mutua que los encamine hacia la luz y el divino conocimiento. ¡Paz, amor y prosperidad! Fuente: Odín Canal: Kris-Won include("../ads.php") ?>
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