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Campaña Para La Paz Mundial
10 de Agosto del 2011 Por Carson S. Bishop Por el tiempo que cualquiera puede recordar, la gente de este planeta ha estado esforzándose para alcanzar la paz en medio de toda la guerra, la muerte, la destrucción , el odio, el miedo y la erosión de ideales que percibimos alrededor nuestro. Somos una raza incansable, que en contra de al parecer probabilidades fútiles, en contra del dolor de la muerte, de la incesante empeño para restaurar al planeta en un lugar de serenidad para el bien de toda la raza humana. Somos una raza de humanos unidos en nuestra súplica por una paz y libertad duraderas para la Tierra y su gente. Nuestras masas están cansadas, hambrientas, afligidas por el dolor y la enfermedad, y en espera por un cambio que yace justo más allá del horizonte de nuestras consciencias. Nosotros, sin embargo, no tendremos mucho más que esperar. La responsabilidad planetaria se está acelerando a un rango sin precedentes. Los que han empuñado su poder sobre nosotros a expensas de nuestro bienestar colectivo, conocidos para algunos como la Élite Global, conocidos para otros como los Amos de la Guerra, han estado perdiendo terreno rápidamente en los meses y años recientes, ha sido más notorio desde el inicio del 2011. Los hombres y mujeres quienes previamente se pensaron como intocables habían tenido su inmensa corruptibilidad revelada al público, testificando a todos con ojos para ver y oídos para escuchar la ineficiencia de nuestros controladores planetarios. Los hombres detrás de la cortina han sido irreversiblemente expuestos. Su negativa a hacer aún el más simple de los cambios para crear una realidad en donde la paz global pueda ser restaurada, dadas sus posiciones de poder e influencia, es absoluta y completamente intolerable. La insistencia de su representación para practicar una filosofía de servicio personal que benefició solo a unos cuantos, en lugar del servicio a los demás que beneficiarían a los muchos, solo ha garantizado su inminente final. Sus finanzas globales están abajo hasta sus últimos dólares, y ya ninguna nación sobre la Tierra desea volver a abastecer sus reservas para que con esto continúen jugando con nuestro mundo sin hacerse responsable por sus acciones. Se están quedando secos, y su tiempo se les está acabando. Si ha habido un tiempo para levantarse y re tomar el control de nuestras vidas y de nuestro planeta, éste es ahora. Nosotros somos Uno, y como un pueblo, atacándose y matándose unos a otros, ya sea que sea en nombre de Dios, del País, o de la Gente, solo sirve para traernos nuestra propia destrucción. En vez de cooperar unos con otros de manera benéfica, con una meta común de fomentar nuestras propias esperanzas, sueños, y aspiraciones al punto de lograr nuestra por mucho tiempo esperada Era Dorada de la Humanidad, hemos en su lugar sido distraídos y coercidos a solo ver divisiones prefabricadas entre nosotros mismos a través de las avenidas explotadas de la religión, las instancias políticas y niveles socio-económicos. Los días de estar divididos y conquistados están terminando, y reemplazando su lugar está el exponencial crecimiento de la Unidad Global, lo que cada hombre, mujer, y niño gusta y siente profundamente dentro de la fibra de su ser. Ya no más habremos de tolerar las atrocidades de la guerra. No más seremos complacientes en un mundo que no funciona para todos nosotros sino solo para algunos. Las necesidades de los muchos finalmente pesarán más que las necesidades de los algunos cuantos. La fecha límite está puesta. No hay titubeos. No hay deferencia. Habrá de ser un absoluto.
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